Caracas,
08 de agosto de 2016
¡Perdónalos,
Señor, porque no saben lo que hacen!
Si hay algún punto que no debe ser ni
siquiera debatible entre revolucionarios, gracias a las enseñanzas que nos dejó
el Comandante Supremo, Hugo Rafael Chávez Frías, es que los que nos
consideramos verdaderos revolucionarios debemos estar del lado de las luchas
del pueblo y salvar de las garras del capitalismo salvaje, incluso, a quienes
no quieren ser salvados. Y es aquí en donde no puedo evitar expresar:
¡Perdónalos, Señor, porque no saben lo que hacen!
El pueblo debe mantenerse en las filas, en la
idea y hasta en el espíritu de Chávez para poder continuar transitando, positivamente,
este siglo XXI. Nosotros debemos ser como el Comandante; ese hombre que
acompañó físicamente a su pueblo en todas las batallas hasta el último momento
de su vida.
A los revolucionarios no se nos puede olvidar
que entre las instrucciones de Chávez estuvo siempre luchar por los más
necesitados y por el impulso de los proyectos sociales a favor del pueblo
soberano. No hay mejor lucha que esa, camaradas, y tenemos que seguir dándola
sin desmayar, sin tantas quejas, pero sí con ímpetu, gallardía y muchas ganas
de hacer irreversible la Revolución
Bolivariana.
Hoy más que nunca debemos tomar fuerte las
dos manos al pueblo y tener confianza en el Partido Socialista Unido de
Venezuela (PSUV), porque, camaradas, si nos soltamos, estamos perdidos, y es
eso lo que la derecha quiere con sus planes macabros –siguiendo lineamientos
del imperio norteamericano-, que nos dividamos para ellos vencer y darse el
gusto de recordar la frase de Maquiavelo: “Divide y vencerás”.
Como
lo dije anteriormente, debemos tener confianza en las masas y en el PSUV, estos
son dos principios fundamentales. Si dudamos de ello, nada podremos cumplir,
nada podremos hacer por un país que, sin duda, debe desprenderse de los viejos
vicios y de quienes apuestan por la explotación del trabajador, por la
acelerada muerte del legado del Comandante Chávez y de la Revolución
Bolivariana. Con estos últimos, mucho ojo de águila porque
también nos quieren dividir para que la lucha se disperse.
Recordemos
además, compatriotas que Chávez luchó por la integración de los países del
mundo, hecho que vio consolidado con la creación de la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur),
organismos regionales que buscan profundizar la integración política,
económica, social, educativa, energética y cultural de América Latina y El
Caribe, esos son logros que no podemos olvidar, todo lo contrario los tenemos
que seguir mostrando junto a la raíz de la Revolución ; el pueblo.
Para
nadie es un secreto tampoco, que los cambios que se producen en la sociedad se
deben, principalmente, al desarrollo de sus contradicciones internas, es decir,
a las contradicciones entre las fuerzas productivas y las relaciones de
producción, entre las clases y entre lo viejo y lo nuevo.
Es el
desarrollo de estas contradicciones lo que hace avanzar la sociedad y lo que
impulsa la sustitución de la vieja sociedad por la nueva, la formación del
hombre y la mujer nueva, y en eso estamos transitando, además junto al
presidente de la República Bolivariana
de Venezuela, Nicolás Maduro Moros.
Es por
esta razón, que nos negamos a la despiadada explotación económica y la cruel
opresión política de los campesinos por la clase terrateniente.
No
estaría ni mal recordar que las luchas de clase del campesinado, los
levantamientos campesinos y las guerras campesinas fueron la fuerza motriz real
del desarrollo histórico de la sociedad, es por eso que debemos estar unidos, y
caminar juntos de la mano con el pueblo, sólo así obtendremos grandes victorias
en cualquiera de los escenarios que se nos presenten.
¡Unidad, lucha, batalla y victoria, hermanos
de batallas revolucionarias!
Por: Alexánder Berroterán