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viernes, 5 de agosto de 2016

¡Deja que los perros ladren, Sancho! Por Alexander Berroteran




Caracas, 18 de julio de 2016

¡Deja que los perros ladren, Sancho!
Aunque la derecha venezolana insista en repudiar todos los planes que propone y que impulsa el Gobierno nacional para beneficiar al pueblo, -sin distinción ni color político-, nosotros como revolucionarios seguimos  avanzando y manteniéndonos en pie de lucha, sin olvidar las enseñanzas dejadas por el Libertador Simón Bolívar y por el Comandante Supremo, Hugo Rafael Chávez Frías.
“Formación, organización y producción nacional”; es la nomenclatura, camaradas. El pueblo elevó su voz en millones y surgió la creación de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), y este es, uno de los primeros pasos –de tantos- para lograr una Patria verdaderamente libre y soberana. 
Tal y como lo ha reiterado el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, -le pese a quien le pese- los Clap deben erigirse como la máxima expresión de la revolución económica-productiva desde la base. Sabemos, conocemos que es una lucha, una batalla increíblemente dura la que tenemos que dar para estabilizar al país, pero esa es la que, precisamente, estamos dando con frontalidad y entereza.
A pesar de que día a día nos enfrentamos a una fuerte y desestabilizadora guerra mediática por parte de la oposición venezolana, quienes son los que reciben con frecuencia, lineamientos de la bota del imperio norteamericano para exterminar los logros de la Revolución y, con ello, el legado que dejó el Comandante Chávez, siempre hemos buscado la forma de combatir y desmontar con hechos, las matrices de opinión creadas por sectores privados, entre ellas trasnacionales, que han hecho de todo esto, un festín, al jugar con el estómago de los venezolanos y venezolanas.
Pero, como dice aquella expresión extraída de la obra Don Quijote de la Mancha: “Deja que los perros ladren, Sancho, es señal de que vamos avanzando”. Y es eso lo que estamos haciendo, avanzando en el área participativa y productiva del país; porque este pueblo se crece en las dificultades.
Hay que continuar trabajando para que exista en Venezuela un equilibrio en la economía y para encontrar, sin duda alguna, los desniveles inducidos por sectores inescrupulosos y delictivos que se dedican a vender los alimentos con sobreprecio y, a su vez, a esconderlos.
Es justo y necesario -en este momento tan coyuntural- que los ciudadanos y ciudadanas conozcan que el principal objetivo de la distribución de los Clap es abordar de forma directa el tema del bachaqueo en Venezuela, pero que si en ese  abordaje llegamos a descubrir infiltrados en las filas de la Revolución, y que con sus acciones le hacen un daño terrible al pueblo, entonces también iremos contra ellos desde la militancia del Partido Socialista Unido Venezuela (PSUV), porque esto no se trata de mantener mafias, se trata de hacer irreversible la Revolución Bolivariana y la enseñanza del Comandante Supremo, Hugo Chávez.
Para nosotros no era secreto que la derecha atacaría el plan de los Clap en el país, porque estas son instancias constituidas por el pueblo organizado para contribuir a la distribución equitativa de los alimentos de primera necesidad, y obviamente, a la oposición todo lo que le huele a participación protagónica y a organización popular les produce asco.
Lo cierto es que esto más que una estrategia para la contingencia por la que atraviesa el país para combatir el bachaqueo –un fenómeno que surgió de la escasez de rubros que ha mantenido azotado al pueblo desde hace un poco más de tres años-, pero con una imperante intensidad desde el 6 de diciembre (6D) de 2015, se ha convertido en un nuevo y verdadero sendero productivo, no sólo en el área de la agricultura, sino también de la ganadería, la acuicultura, entre otros.
Pienso que los Clap es una bandera para levantar con orgullo porque estamos proyectando en el presente y para el futuro la producción nacional en Venezuela, además de que lo estamos haciendo desde la raíz y junto al pueblo.
Camaradas, debemos tomar en cuenta que  todas las posturas que hasta ahora han mantenido nuestros enemigos históricos tienen un sólo norte; evitar nuestra autodeterminación, tal y como lo han intentado hacer con países hermanos, pero recordemos que la libertad, es para pensar distinto porque para pensar igual no se necesita libertad.
A trabajar unidos, compañeros de lucha y empecemos a sembrar semillas que den como frutos las páginas de la historia revolucionaria que verán nuestros hijos. Luchemos sin desmayar.
¡Viviremos y venceremos, camaradas!


Artículo de opinión

Por: Alexander Berroterán
@BerroteranPSUV 

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